Belén G.
El lugar es bastante amplio y cuenta con pistas muy espaciosas bien diferenciadas: electrónica (al aire libre), y latina. Lo que tiene de malo es que, al encontrarse junto al Río de la Plata, los mosquitos te devoran! Por lo que hay que echarse repelente de insectos en todo el cuerpo antes de ir (lo que no resulta muy cómodo). Está muy alejado del centro de la ciudad, por lo que ir y volver en taxi se torna casi indispensable ya que el transporte público no es muy frecuente en la zona: sólo pasan tres colectivos, y podés estar una hora esperándolos. El público durante los fines de semana, por lo general, es bastante adolescente: como mucho llegará a los veintidós años.