Me invitaron al festejo del 5to Aniversario del local y desde que entré fue como ir reviviendo mi vida ambiente tras ambiente.
La casona en la que está el local es un sueño, antigua, remodelada con la mejor de las ondas. En 3 ambientes tienen todos los elementos que existieron en casas de abuelas y madres desde finales de los 70's hasta la actualidad. Reencontrarse con un LP de los Parchís, o Gaby, Fofó y MiIiqui, es sólo una de las experiencias. Hay miniaturas de muñecos viejos, jabones del Topo Gigio, y seguramente, si mirás bien, vas a encontrar "ese" juguete que se quedó grabado en tu retina con la imagen de tu niñez. En la cocina, podés encontrar "las copas de la tía" o las latas de galletitas que tenía "la abuela", así como otros objetos que tenían impreso el contexto en el que fueron diseñados.
El patio, a cielo abierto y con una estrecha escalera al mini bar y terraza, tiene un aire de otros tiempos, esos en los que se paraba para oler el perfume de las flores y disfrutaba el aquí y ahora.
Un viaje en el tiempo, con alegría y toques super vintage que no hay que perderse.
Lo mejor: los cartelitos en los objetos expresando la nostalgia o el status de lo que está en exhibición.